|
Paris, 2012 |
https://www.youtube.com/watch?v=gmyq9tIiu8g
Recuerdo la primera vez que te vi como si fuera ayer. Eras el
típico chico que pasaría inadvertido por casi todo el mundo menos para mí. No
eras ni el más guapo ni el más fuerte de la sala, pero te vi y mi cabeza hizo
“click”. Si me hubieran dicho aquel día que conocería a una de las mejores
personas que han pasado por mi vida seguramente no me lo hubiera creído.
Hoy sólo quiero darte las gracias por aparecer, por ser y por
seguir siendo. Nada es lo mismo desde que pasaste por mi vida y aunque las
cosas hayan cambiando los dos sabemos que somos y lo que hemos significado el
uno para el otro.
Gracias por quererme, por cuidarme como nadie lo ha hecho,
por enseñarme que de nada sirve auto lamentarse, que si algo quieres algo te va
a costar y que, ir llorando por las esquinas compadeciéndome de mi misma nunca
me llevaría a ningún lado.
Me enseñaste a ser mejor persona y lo beneficioso que es para
uno mismo ir por el mundo con la cabeza bien alta. Me diste el valor de creer
en mi misma y de luchar por lo que quiero. Que equivocarse sólo es un etapa más
de la vida no su fin.
Fuiste padre, madre, amigo, novio, consejero, psicólogo,
profesor, guía, lo fuiste todo y sin pedirme nunca nada a cambio. Supiste
sacarme de mi pozo de mierda y traerme al mundo real, me hiciste respirar como
nunca lo había hecho antes. Si ahora se que es ser feliz es gracias a ti y
siempre estaré en deuda contigo por eso.
Me diste fe. Me enseñaste a confiar en la gente y lo que es
mejor, a confiar en mi misma. Fuiste la primera persona que creyó en mi, que me
quiso con mis virtudes y mis errores, y por eso te doy las gracias.
Lo más curioso es que realmente no eres consciente de esto.
Para ti es lo normal. Simplemente buscas el bien en las personas, no concibes
otra forma de actuar, y es eso lo que te hace tan grande. Encontrarte fue una
de las mejores cosas que me han pasado en la vida y siempre, repito, siempre
tendrás un lugar en mi corazón.
Dicen que nada es para siempre, y con el tiempo nos dimos
cuenta que por mucho que nos quisiéramos no estábamos hechos el uno para el
otro. Pero una cosa no quita la otra. Lo que parecía ser el hombre de mi vida,
ahora es esa persona con la que se que puedo contar, esa persona que me conoce
hasta un punto que ni yo misma puedo procesar. Has sido un antes y después. En
tu lenguaje mi punto de inflexión. Y por eso te doy las gracias.
Se que vas a ser grande, es de las pocas cosas que tengo
claras en esta vida. Te quiero y se que tu a mi también me quieres. Y por eso y
por mucho, mucho más, te doy las gracias.
PD. Recuerdo que un día me dijiste que después de ti todos me
parecerían estúpidos y carentes de interés. En ese momento me reí, no te tomé
en serio. Pero ahora me cago en ti y en todas tus reencarnaciones porqué,
aunque me jode decirlo, tenías razón. Demasiada, hasta un punto ya preocupante.