lunes, 31 de marzo de 2014

Let it be.

Nacer, crecer, reproducirnos y morir. Esta es, en general, nuestra misión en este mundo como seres vivos que somos.

A excepción de lo que conlleva reproducirse, dicha misión es totalmente ajena a nuestra voluntad. Me explico. No decidimos nacer, simplemente nacemos. No escogemos nuestra familia ni nuestro entorno, absolutamente nada. No escogemos cuando ni como crecer. Ni tampoco decidimos (quitando la opción del suicidio) cuando ni como morir.

Claro está que no tenemos la culpa, la vida es así y punto. Pero muchas veces me he preguntado cómo sería mi vida, y yo misma, si hubiera nacido en un ambiente totalmente diferente del que pertenezco. ¿Sería más lista? ¿Mejor persona? Quién sabe. Supongo que nunca la sabré.

Con todo esto lo que quiero decir es que creo que cuando nos sentimos mal, cuando discutimos con nuestros padres, cuando los amigos no te entienden, cuando tu pareja te engaña, cuando tu forma de vivir llega a ser un límite para ti mismo que te impide avanzar, es cuando realmente merece la pena pensar en cómo te gustaría que fuese tu vida. Qué es lo que cambiarías y que dejarías tal y como está. Yo lo he hecho muchas veces, creerme. A veces, casi siempre, no llegas a ninguna parte. Hay otras, y esas son las que molan, que tu mente hace "click" y lo ves. ¿No habéis tenido nunca la sensación de que hay cosas que pasan por algo, que no todo es casualidad? Vale, yo sí. Es como si la vida te diera pequeñas pistas, no sé como explicarlo. Pero lo que sí tengo claro es que mi vida, tal y como es, no sería la misma sin las mil pequeñas "casualidades" que me han pasado. Tanto lo bueno como lo malo. Así que vale la pena pensar y meditar sobre ti mismo.

Lo mejor es pensar en perspectiva. No quedarnos con el ahora, ni con el ayer ni agobiarnos con el mañana. Sino con todo el conjunto. Si algo no te gusta eres capaz de cambiarlo, por muy mal que lo hayas pasado, por mil problemas o preocupaciones que tengas. Si quieres puedes. Que le den a lo predefinido. No caigas en el error de pensar que tenéis una misión en esta vida, porque no es así. No hay ningún plan. Tu camino lo haces tu mismo. Paso a paso. La clave es no tener miedo ni ponerte más presión de lo necesario. De nada sirve autolamentarnos ni ser mártires. 

Este blog es mi mayor ejemplo. Vale, sí, es sólo un triste blog, tampoco he descubierto la cura contra el cáncer, pero es de las pocas ideas que me he dignado a cumplir. ¡Hurra por mi! A ver como sale...


See u soon.




1 comentario:

  1. Existe la causalidad. Lo que tú haces, lo que tú mueves, lo que tú proyectas. Este blog es mucho más que un blog. Eres tú en estado puro. Te felicito porque no todo el mundo sabe expresarse como lo haces tú. :)

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